Las lagunas de Rabasa son parte de un paraje natural ubicado al noroeste de la ciudad de Alicante, próximo al término municipal de Sant Vicent del Raspeig. Aunque no es un destino muy visitado en Alicante, vale la pena hacer espacio en la agenda y agregarlo a la lista de las mejores rutas de senderismo en la provincia alicantina.
Las lagunas están situadas en un paisaje semiárido casi desértico, entre el cuartel militar de Rabasa, la autovía A-70 y el cementerio de Alicante. Se trata de tres lagunas artificiales en Alicante creadas y usadas para la actividad minera años atrás. Además de esas tres, también hay dos lagunas más pequeñas de origen natural. Actualmente todas las lagunas están naturalizadas, de hecho, son el hábitat de diversas especies de flora y fauna.
Cerca de las lagunas están dos búnkeres de la Guerra Civil que se encuentran en estado de abandono y dos depósitos de Agua del Taibilla. Aunque a simple vista parezca que no valga la pena visitar el lugar, la verdad es que es un destino turístico imperdible en Alicante que merece la pena proteger a beneficio del uso de los alicantinos y turistas.
Para disfrutar de este paraje hay que seguir un recorrido circular de 11 km, con nivel de dificultad media-baja, alcanzando una altura máxima de 122 km. El tiempo estimado es de 3h. Es una ruta apta para ir en familia con niños.
¿Cómo llegar a las Lagunas de Rabasa en Alicante?
Si vas en transporte público, puedes tomar alguna de las líneas de transporte que pasan cerca: autobús 04, 38 y tren C3. O si vas en coche, puedes dejarlo junto al cuartel militar y seguir el camino del Fondó.
Las lagunas de Rabasa son parte de un paraje natural ubicado al noroeste de la ciudad de Alicante, próximo al término municipal de Sant Vicent del Raspeig. Aunque no es un destino muy visitado en Alicante, vale la pena hacer espacio en la agenda y agregarlo a la lista de las mejores rutas de senderismo en la provincia alicantina.
Las lagunas están situadas en un paisaje semiárido casi desértico, entre el cuartel militar de Rabasa, la autovía A-70 y el cementerio de Alicante. Se trata de tres lagunas artificiales en Alicante creadas y usadas para la actividad minera años atrás. Además de esas tres, también hay dos lagunas más pequeñas de origen natural. Actualmente todas las lagunas están naturalizadas, de hecho, son el hábitat de diversas especies de flora y fauna.
Cerca de las lagunas están dos búnkeres de la Guerra Civil que se encuentran en estado de abandono y dos depósitos de Agua del Taibilla. Aunque a simple vista parezca que no valga la pena visitar el lugar, la verdad es que es un destino turístico imperdible en Alicante que merece la pena proteger a beneficio del uso de los alicantinos y turistas.
Para disfrutar de este paraje hay que seguir un recorrido circular de 11 km, con nivel de dificultad media-baja, alcanzando una altura máxima de 122 km. El tiempo estimado es de 3h. Es una ruta apta para ir en familia con niños.
¿Cómo llegar a las Lagunas de Rabasa en Alicante?
Si vas en transporte público, puedes tomar alguna de las líneas de transporte que pasan cerca: autobús 04, 38 y tren C3. O si vas en coche, puedes dejarlo junto al cuartel militar y seguir el camino del Fondó.
Sobre la ruta
Las lagunas son frecuentadas por los locales para disfrutar de actividades deportivas. Desde hace algunos años se celebra un cross en la zona.
La ruta inicia en la vía parque entre los barrios de Rabasa y San Agustín. Una vez aparcamos el coche en vía parque, es momento de avanzar hacia un descampado al suroeste del barrio de Rabasa y atravesar el páramo en diagonal, hasta el punto más alto para tener las mejores vistas hacia las lomas que delimitan las lagunas por el sur.
Desde lo alto de este mirador empezamos a descender para cruzar el Camino del Fondo Piqueres y seguir por una senda que bordea las lagunas.
Luego de pasar por uno de los polvorines, que ha sido usado como vivienda, nos encontramos con el primero de los búnkeres de ametralladoras. Estos nidos o búnkeres originalmente habrían sido usados para proteger el Aeródromo de Rabasa. En este punto nos detenemos a disfrutar de una vista panorámica asombrosa de la zona. Desde acá alcanzamos a ver dos de las lagunas y el resto del paisaje árido.
Continuamos el camino hacia el segundo de los nidos de ametralladoras, también situado en una zona superior de la región. Al adentrarnos en los búnkeres podemos notar el estado de abandono en el que se encuentran. Aún así, vale la pena verlos y descubrir el resto de la zona.
Siguiendo la senda, nos preparamos para descender a la laguna del medio, la bordeamos para luego dirigirnos a la laguna grande. Antes, nos encontramos con uno de los pocos árboles de la zona, donde nos detenemos a disfrutar de un poco de sombra y a hidratarnos.
Al continuar y llegar al borde de la laguna grande, que alcanza unos 350 metros de longitud. Continuamos descendiendo hasta la orilla, donde podemos ver la transparencia de las aguas a pesar de los vertidos.
Seguimos el recorrido en sentido horario por la laguna grande hasta subir a los restos de una caseta. Este punto funciona también como mirador. Es perfecto para capturar imágenes increíbles del lugar.
En el camino de regreso nos topamos con las lagunas más pequeñas, desde donde se puede ver a lo lejos la silueta del Castillo de Santa Bárbara. Avanzamos hacia la segunda laguna en tamaño, la cual tiene 250 metros de longitud y en donde se escucha el hermoso canto de las aves acuáticas. El agua de esta laguna tiene un aspecto más verdoso.
Desde la laguna sur ascendemos para tomar el camino que va junto a los Depósitos del Taibilla. Y regresamos al punto inicial de partida.
Sobre las Lagunas de Rabasa
Las lagunas de Rabassa están formadas por tres lagos pseudo naturales de unos 30.000m2 de lámina de agua. La laguna grande situada más al norte cuenta con 8.000m2, la laguna sur y la intermedia 20.000m2. Todas están orientadas en dirección SW-NE y tienen una profundidad de hasta 250 metros de longitud y otras dos pequeñas lagunas naturales y charcas de menor tamaño distribuidas por las zonas más bajas del lugar.
El paraje cuenta con una gran riqueza geológica originariamente. Afloramientos prebióticos del triásico, jurásico o cretácico de hasta 200 millones de años de antigüedad. También tiene presencia de minerales. Actualmente sobreviven algunos almendros, oliveras, algarrobos o higueras salpicados de palmeras y eucaliptos.
El origen de las lagunas está relacionado con las excavaciones mineras en Alicante hasta los años 70. Los encargados y trabajadores profundizaban entre 15 a 20 metros en busca de arcillas y en medio de esos trabajos pincharon cursos de aguas subterráneas, por lo que se crearon manantiales que fueron inundando los espacios excavados.
Desde que esta zona dejó de funcionar para la actividad minera, el entorno de las lagunas ha sido desaprovechado y mal utilizado. Ha funcionado como centro de toda clase de residuos, escombros de construcción y basura común. Ha sido tanto, que hasta vehículos han lanzado al interior de las lagunas para borrar huellas de algún crimen. Ese es el motivo principal que tienen los locales para hacer cada vez más famoso el lugar y lograr que las entidades gubernamentales protejan este paraje y así darle mayor valor turístico.
Recomendaciones
Se recomienda el uso de calzado para senderismo, montaña o deportivo cómodo. Ropa de montaña, llevar comida, snacks y bebida para hidratarse a medida que avanza el recorrido.
Por otra parte, al visitar las lagunas la recomendación es no dejar ni tirar basura en el lugar, por el contrario, si hallas basura y vertidos, la invitación es recoger y así ayudar a conservar sus alrededores.
Hay visitantes que pescan y se bañan en las lagunas, sin embargo, no es recomendable por cuestión de salubridad.
Por último, en la zona no hay muchos árboles para descansar y protegerse del sol. Así que si vas en verano, es preferible ir a primera hora del día o por la tarde.
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