La provincia de Valencia cuenta con una gran cantidad de ciudades y pueblos, cada uno con su propia magia, pero entre los que destacan por su belleza está el pueblo Chulilla. Si estás de paso por Valencia o vives en Valencia y quieres visitar un lugar fascinante, te invitamos a hacer una de la Ruta de los Puentes Colgantes de Chulilla, la cual discurre por las Hoces del Río Turia.
Chulilla está ubicado en la comarca de Los Serranos, a 60 km de la capital. El pueblo destaca por sus hermosas infraestructuras, y por supuesto, por su historia.
El Cañón del río Turia es un espacio natural protegido por la Generalitat Valenciana: el Paraje Natural Municipal Los Calderones. Los puentes que pasan sobre el río fueron construidos aproximadamente en el 2013, son muy modernos, bonitos y seguros (aunque se muevan mucho por ser colgantes), pero están muy bien agarrados con cables de acero a las rocas.
Para acceder a este paraíso natural debemos seguir una ruta y acercarnos hasta la entrada del paraje y pagar 1 euro en caso de ir durante el fin de semana, el dinero es destinado al mantenimiento del paraje. De esta tasa quedan exentos los empadronados en el municipio, los menores de 10 años y los mayores de 65 años. Si vas entre semana el acceso es gratuito y de seguro no habrá multitud.
La ruta de los Puentes Colgantes es una de las más impresionantes de Chulilla gracias a sus singulares puentes, desde donde se puede apreciar todo el entorno. El recorrido inicia en este municipio y termina al llegar al cañón del Turia.
La ruta que nos llevará al impresionante Cañón del río Turia tiene una longitud de 7,5 kilómetros y una duración de 3 horas. Su dificultad es baja y fácil, puede ir la familia completa con niños.
Descripción de la ruta
La ruta inicia desde el pueblo de Chulilla, un pueblo (como te hemos mencionado) muy bonito, acogedor y dominado por un castillo imponente en lo más alto. Luego de atravesar las estrechas calles del pueblo, dejaremos el coche en un margen de la carretera (CV-394), para luego acercarnos al cartel del inicio del sendero.
- Lo primero con lo que nos encontraremos serán dos miradores: el Mirador de Compuertas y el Mirador de la Carrucha, donde podemos hacer una pausa para disfrutar del cañón por donde pasa el río y de las hermosas vistas. El cañón es grande, así que es posible que nos veamos minúsculos aún cuando lo observemos desde la distancia.
- Luego seguimos caminando en descenso hasta llegar al Paraje de los Calderones. Desde este punto nos proponemos recorrer unos metros hasta llegar a un sendero que vamos a seguir a nuestra izquierda, cruzaremos más adelante un arroyo que alimenta al río y pronto nos encontramos con el cartel que nos hace saber que estamos en presencia del primer puente colgante de la ruta.
- El primer puente tiene una longitud de 20 metros y una altura de 15 metros sobre el río, cruzándolo de lado a lado. La construcción es de acero, madera y hierro. Anteriormente, en los años 50 se construyeron pantanos en España, uno de ellos es el embalse de Loriguilla. Los trabajadores que eran partícipes de su construcción vivían en el pueblo y para acortar distancia construyeron al menos 3 puentes. A estos puentes lamentablemente se los llevó una riada, pero fueron impulso y motivación para construir estos nuevos puentes, aunque en este caso la construcción de los mismos tiene fines turísticos.
- Luego de pasar el primer puente, nos encontramos con un sendero de escaleras que nos deja en una zona bonita y relajante, donde el río ocupa todo el ancho de la garganta. Al estar acá, es posible sentir paz, armonía y relajación.
- Al seguir avanzando, después de bajar al lecho del río, nos encontramos con el segundo puente, el cual se encuentra a unos 5 metros por encima del río y tiene una longitud de 28 metros. Desde lo alto de los puentes podemos ver las distintas formaciones rocosas enormes de colores marrón y rojizas, y la variada vegetación.
- Estos puentes son protagonistas en las fotos de los turistas. Así que prepara tú también tu cámara y posa para obtener una bonita foto en estos puentes.
Y bueno, llegado a este punto puedes volver al punto inicial de partida por el mismo camino o seguir la ruta para visitar el Embalse de Loriguilla.
En esta zona es bastante común encontrarse con escaladores, los cuales ponen a prueba sus límites en las verticales paredes de este paraje natural.
El Castillo de Chulilla
Luego de tu paseo por los puentes colgantes de Chulilla te vendría bien pasar por el Castillo. Visitarlo es transportarse a épocas antiguas donde se llevaban a cabo batallas para ganarse la conquista del territorio.
El castillo fue construido por musulmanes y en algún momento fue usado como prisión eclesiástica bajo el poder del obispo de Valencia, también fue cárcel y una residencia señorial. Ya te podrás imaginar toda la historia que hay en estas paredes. El castillo se sitúa en lo alto del monte que corona el pueblo, por lo que puede verse desde cualquier rincón del poblado.
Plaza de la Baronía
Esta es una de las plazas más populares de Chulilla. En la plaza puedes hacer conexión con otras vías y plazas, como la Plaza de la iglesia. Además, alrededor hay casas blancas características del pueblo, mucho comercio, restaurantes y cafeterías al aire libre. Si quieres pasar una tarde agradable disfrutando de un café o una copa, este es el lugar ideal.
Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles
Las iglesias, museos y plazas son los primeros lugares que debes visitar al querer conocer un nuevo destino turístico. Estos lugares representan historia y cultura, por tanto, en esta ocasión te aconsejamos visitar la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. Es uno de los templos religiosos más visitados de Chulilla.
Está ubicada en la calle Abadía y su estructura data de los siglos XV y XVI. Al visitar su interior verás que posee una nave rectangular dividida por dos vertientes. También puedes visitar su capilla, el campanario y la sacristía.
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